Estas son las navidades de los tres grados como mucho, las alertas por polución, las calles solitarias y, sin embargo, los puestos de los "mercados de navidad" abarrotados. Abarrotados de gente que pasea comiendo buñuelos, churros, pestilentes caracoles, salchichas de formas y colores que harían vomitar a un dietista alemán y mucho, mucho vino caliente.
En estos parajes septentrionales la noche cae de repente a eso de las cinco y el viento se adueña de las esquinas. Las abuelas temen ser llevadas por una racha un poco más fuerte que la anterior y se acochinan en tablas.
Las máquinas que esparcen la sal en las carreteras no paran de rodar y esa sal, mezclada con el agüilla de la neblina, salpica cubriendo todos los coches con el mismo manto color gris-mierda y ese aspecto de que si los tocas te quedarás pegado como una mosca a una de aquellas tiras de papel asqueroso.
Este año no nieva, ni siquiera llueve en el país where rain is typicall, pero tampoco hace sol. Casi nunca hace sol, y si sale, los nativos lo celebran instalando terrazas en los cafés (y llenándolas) y bullendo por las calles como lo hacen las hormigas en verano allá en el sur.
Un día de estos nos asomaremos al mar del norte o viajaremos al este, hacia donde reinan las lenguas bárbaras, los pueblecitos son de postal, las calles son anchas y limpias y donde la gente, en los mercados de navidad, también toma buñuelos, churros, caracoles pestilentes, salchichas extrañas y mucho, mucho vino caliente.
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Mi más muy mejor amigo:
ResponderEliminar¿Será mejor que tomen buñuelos, churros, caracoles pestilentes, salchichas extrañas y mucho, mucho vino caliente, que es lo que han hecho siempre?
Sin embargo, en estas tierras paganas (quicir de pago) los advenedizos nos la han metido hasta el fondo (quicir su cultura).
¡Dios (yomismo) mío! No soporto el olor a patatas fritas en cucurucho con mil salsas que tienen costumbre de comer los paipas mientras esperan el autobús e incluso (lo que es peor) dentro de el.
Probablemente me jodería también que viniera un belga a mi lado en el autobús comiendo caracoles pestilentes.
Salu2