En su ya lejana juventud, los viejos del palco eran aficionados al modelismo (estático y militar para ser exactos). Una cosa lleva a la otra, y... +/- Leer más
el modelismo les llevó a la revista "Military Modelling". Un día, motivados por sus aficiones y alentados por una moderada consumición de cerveza, publicaron un anuncio en dicha revista pidiendo gorras militares de cualquier parte del mundo. Durante unos años cambiaron prendas de cabeza (así se les llama a lo fino) con gente del Reino Unido, Polonia, Nueva Zelanda, Australia y otros exóticos parajes. Si bien sus achaques no les permiten continuar con figuras y maquetas con el ritmo y dedicación que a ellos les gustaría, todavía, de vez en cuando, despliegan sus archiperres bajo la luz del flexo y se ejercitan en tan noble afición. Lo que sí que han conservado y mantendrán hasta el último de sus días es esa persistente manía de pedir a todo el que conocen (o no) que les traiga una gorra militar de su destino de vacaciones, trastero a vaciar o casa de sus abuelos a derribar. En este blog se recogerán pensamientos repentinos, ideas (las más de las veces descabelladas), vivencias publicables y se compartirán con la audiencia las adquisiciones gorrísticas (o de gorra) acumuladas a lo largo de tantos y tantos años. Y por qué no, alguna que otra figura recién pintadita, antes de que el polvo cubra sus detalles.

martes, marzo 11, 2008

el cartero

Mi primera visita a Euskadi duró un par de horas. Fue una escala en Donosti para tomar fuerzas en nuestra excursión de fin de curso a París... en autocar. Juventud, divina resistencia (física). A la vuelta paramos otra vez allí y al llegar nos dijeron que por un pequeño fallo de organización, una tontería al fin y al cabo, no teníamos habitación para esa noche. Nos apañamos bien. Algunos, los más "mataos" durmieron en los remolques que guardaban las redes de los pescadores en el puerto, tapados con unas lonas y nos perfumaron todo el día siguiente. Otros nos fuimos a un pub, donde, entre canción y canción, ponían el txuri urdin, el himno de la Real Sociedad. Celebraban no sé si una copa del rey o algo. Era el año 81 y podreis comprobarlo vosotros. El caso es que todos nos hicimos un poco de la Real, hasta los atléticos, que no éramos pocos. El sueño no nos venció, salvo a V., que se durmió apoyado en un bafle (que funcionaba). Cosas de la edad.

La segunda visita, unos años más tarde, nos dio la oportunidad de conocer a un tipo curioso. Estábamos en Guernica, haciendo fotos de exposición larga al árbol de la Casa de los Fueros, desde un callejón lateral. Unos señores con boina colorada, vestidos de policías integrales, nos miraban desde la esquina con prevención, pero se convencieron pronto de que éramos inofensivos, pese al trípode, la bolsa y los objetivos. Y entonces apareció.

Al llegar a nuestra altura se nos quedó mirando y siguió, pero o era pronto para llegar a casa o la curiosidad le pudo y se volvió a preguntar qué hacíamos. Le explicamos un poco y, con ese acento suyo, inconfundiblemente vasco, dijo algo así como: "o sea, que ésto capta los rayos y se fija la imagen aunque haya poca luz, pues, ¿no?" Le dije que sí, que a menos luz, más tiempo y listo. Creyó interesante la explicación y como agradecimiento porque había aprendido una cosa nueva antes de ir a dormir, nos explicó el origen del árbol y su significado, sagrado para él. Hasta nos contó que señores vizcaínos habían ido a Inglaterra a asesorar al parlamento y al rey de turno en la redacción de la Magna Carta del siglo..., del siglo..., de un siglo (great charter, 1215). Era conmovedora la emoción con la que narraba aquello, y yo pensé que vale, que si los de Bilbao nacen donde les da la gana, por qué los señores vizcaínos no iban a poder ir redactando constituciones donde se les pusiera en el pinganillo de la txapela o su antecesora.

Luego hablamos de Madrid y de Euskadi, y nos dijo que los vascos más felices eran los que se quedaban en su tierra, pero que los segundos más felices eran los que vivían en el foro. Igual tenía versiones de esa frase para cada una de las regiones, pero no creo, parecía sincero. De hecho, alguno de sus hermanos se había trasladado allí mientras él se ocupaba de su madre en su pueblo.

Aquella visita a Guernica, Guetaria, Lequeitio, Orio ("¿churros aquí? Orio es un pueblo-pueblo. Para comer churros vayan a Zarauz"), Zarauz, junto con él y Donosti ("teléfono público tenemos, pero como si no tendríamos, porque está ahí tirao, encima la cafetera...") misma tienen la culpa de que cada vez que volvemos a casa en coche, lleguemos tres o cuatro horas más tarde de lo previsto. Y no es sólo por desperezarse después de atravesar ese coñazo de Landas. Es el barrio viejo, los churros (es fijación, pero probad un día lo que aquí llaman churros y lo entendereis), el paseo por la Concha, el ambiente parecido al de Biarritz pero con el volumen más alto... todo eso y más cosas hacen que la parada sea obligatoria y se prolongue más de la cuenta. ¿Por qué no, llegada la vejez (la otra, la de verdad, la de las arrugas y las pensiones), retirarse allí?

Nos contó también que acababa de jubilarse, que había sido el cartero de su pueblo los últimos nosecuántos años y que ahora aspiraba a pasear y a vivir tranquilo y feliz el resto de su vida. Nos recordó lo que ya sabíamos y que verificaríamos cien veces en ese y otros viajes, que la gente de allí nos iba a tratar de maravilla, que nos íbamos a encontrar como en casa y que no dudáramos en ir y venir con toda tranquilidad.

Pero insistió varias veces en que jamás, bajo ninguna circunstancia y con absolutamente nadie, habláramos de política. Malos tiempos aquellos (y estos).

De esto hará veinte años justos este verano. Todavía recuerdo aquella noche junto a la Casa de Juntas y a Patxi, el cartero de Lumo.

5 comentarios:

  1. Compruebo que en tu lista todavía no está Fuenterrabía (Hondarribia), mi pueblo. Así que la próxima vez que paseis por aquí, tenéis una cita obligada. Seguro que seré buena guía.
    un saludo
    Vailima
    que no tiene acento al hablar

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  2. Te tomo la palabra. De todas formas, me dio mucho corte decir que de Fuenterrabía sólo conocía el fuerte, arriba en Jaizkibel. La cabra, que siempre tira al monte, en este caso a los túneles.

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  3. No os llevaré al fuerte. Os llevaré a la parte vieja y a tomar potes a los bares de la marina.
    Si he de ser sincera, no visito el fuerte desde que era pequeña.

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  4. (Ah, si leyeras más a menudo tu gmail...)

    Disclaimer: Esto no es un comentario, todos aquellos que piensen que lo es, que se lo hagan mirar. Sólo los auténticos zumos don simón llevan don simón escrito en la etiqueta. La mejor madre es la que le da a sus hijos lo mejor que puede darles y yo quiero el yogur más grande.

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  5. Madre mía, aún me acuerdo de cuando estuve ahí... lo bien que se come por dios!

    Besicos

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