En su ya lejana juventud, los viejos del palco eran aficionados al modelismo (estático y militar para ser exactos). Una cosa lleva a la otra, y... +/- Leer más
el modelismo les llevó a la revista "Military Modelling". Un día, motivados por sus aficiones y alentados por una moderada consumición de cerveza, publicaron un anuncio en dicha revista pidiendo gorras militares de cualquier parte del mundo. Durante unos años cambiaron prendas de cabeza (así se les llama a lo fino) con gente del Reino Unido, Polonia, Nueva Zelanda, Australia y otros exóticos parajes. Si bien sus achaques no les permiten continuar con figuras y maquetas con el ritmo y dedicación que a ellos les gustaría, todavía, de vez en cuando, despliegan sus archiperres bajo la luz del flexo y se ejercitan en tan noble afición. Lo que sí que han conservado y mantendrán hasta el último de sus días es esa persistente manía de pedir a todo el que conocen (o no) que les traiga una gorra militar de su destino de vacaciones, trastero a vaciar o casa de sus abuelos a derribar. En este blog se recogerán pensamientos repentinos, ideas (las más de las veces descabelladas), vivencias publicables y se compartirán con la audiencia las adquisiciones gorrísticas (o de gorra) acumuladas a lo largo de tantos y tantos años. Y por qué no, alguna que otra figura recién pintadita, antes de que el polvo cubra sus detalles.

jueves, abril 10, 2008

Cosas de niños, ataque de nostalgia Nº 2

4 comentarios:

  1. Me ha matado la cámara de fotos jajajajajjajaja

    Ostras como me gustaba :)

    besicos

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  2. ¡¡¡EEEEHHHH!!!!, ¡¡¡Yo recuerdo esos juguetes!. Con mi amigo David jugaba a los indios y vaqueros, y con Jorge hacíamos maquetas de carros de combate, los juegos reunidos los tenía todo el mundo menos yo, porque me aburrían los juegos de mesa y nunca me gustaron las chuches (muy pocos chicles he mascado yo en mi vida, me porducen mareo náuseas). Y recuerdo que en el día de las fuerzas armadas, los paracaidistas dejaban caer esos muñequitos por la Torre de Hércules, con caramelos para los niños. Era muy pequeña, pero de ago me acuerdo. Esas cosas de papel supongo que eran petardos o algo de fogueo, ¿no?. Yo coleccionaba revólveres de fogueo y mi tesoro es un 38 Special de la policía. Siempre quise un Winchester de fogueo que sólo tenían en una tienda del cenro de Coruña, ya desaparecida (Barros), pero era muy caro y demasiado grande y nunca lo conseguí. Eso y el juego de "operación" son mis traumas infantiles... jajaja
    ¡Jo!, lo que yo daría por ser siempre niña... (aunque lo voy logrando con bastante buen resultado) ;-)

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  3. ¡Ah! y en Egipto TODAVÍA existe la Mirinda ("Merinda", como dicen ellos) :-D

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  4. ahhhhhhhhhhhhhh, dios mío qué recuerdos. En la primera imagen hay más de una golosina que conocí en mi infancia. Por cierto, el de arriba es el chicle negro ¿verdad? recuerdo todavía su sabor...
    me ha gustado mucho esta entrada, amigo joven, y esos juegos reunidos los tuve yo y esa cámara también...
    buen finde

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