En su ya lejana juventud, los viejos del palco eran aficionados al modelismo (estático y militar para ser exactos). Una cosa lleva a la otra, y... +/- Leer más
el modelismo les llevó a la revista "Military Modelling". Un día, motivados por sus aficiones y alentados por una moderada consumición de cerveza, publicaron un anuncio en dicha revista pidiendo gorras militares de cualquier parte del mundo. Durante unos años cambiaron prendas de cabeza (así se les llama a lo fino) con gente del Reino Unido, Polonia, Nueva Zelanda, Australia y otros exóticos parajes. Si bien sus achaques no les permiten continuar con figuras y maquetas con el ritmo y dedicación que a ellos les gustaría, todavía, de vez en cuando, despliegan sus archiperres bajo la luz del flexo y se ejercitan en tan noble afición. Lo que sí que han conservado y mantendrán hasta el último de sus días es esa persistente manía de pedir a todo el que conocen (o no) que les traiga una gorra militar de su destino de vacaciones, trastero a vaciar o casa de sus abuelos a derribar. En este blog se recogerán pensamientos repentinos, ideas (las más de las veces descabelladas), vivencias publicables y se compartirán con la audiencia las adquisiciones gorrísticas (o de gorra) acumuladas a lo largo de tantos y tantos años. Y por qué no, alguna que otra figura recién pintadita, antes de que el polvo cubra sus detalles.

sábado, julio 12, 2008

la norma

Esa norma que nadie sabe de dónde ha salido, que aplican con saña a partir de una tabla y una perversa fórmula es la que hace que una excelente nota en BAC se convierta en otra bastante más discreta tras el paso por las oficinas de la UNED. Esa tabla, junto con las normas para su aplicación, que se fotocopia año tras año, sin fecha, firma o padres reconocidos.

Mi hija ha cursado su educación secundaria en una Escuela Europea. Para obtener su título de bachiller europeo, teóricamente reconocido en toda la Unión (aunque en España, en su propio país, le hagan la putada) ha tenido que estudiar tres idiomas (y uno o dos añitos de iniciación a un cuarto). Ha debido seguir asignaturas de su elección en lengua 2 (inglés en su caso), impartidas por profesores procedentes de los países en los que se habla dicho idioma. Ha superado el estrés de esas últimas cinco semanas de curso de exámenes, escritos y ORALES. Y, sobre todo, ha tenido que ir rebasando una nota de 6 para aprobar las asignaturas a lo largo de toda la secundaria, y sin posibilidad de repesca en septiembre.

La matemática nunca fue mi fuerte, pero de las cuatro cosas que todavía tengo claras una es que 6 es más que 5, en condiciones normales, claro. Tampoco la lógica lo fue (ya me pregunto yo a veces, como vosotros, cuál es mi fuerte) pero tiendo a pensar que es más difícil llegar a una nota de 6 que a una de 5. Y también creo que demostrar tus conocimientos en una lengua distinta a la tuya en un examen oral, además de ser muy lógico, es bastante jodido, pero no se hace en España. Por no hablar de una prueba de nivel de una materia como la historia (porque tiró por ahí, pudieron haber sido la química, la biología, etc.), también en lengua 2 y en las dos modalidades, oral y escrita.

Pues he aquí que la lumbrera administrativa correspondiente, movida por razones que a la razón escapan, decidió que si en España para aprobar hacía falta un 5 y fuera un 6, pues que 5=6. Y así, con la satisfacción del deber cumplido, más ancho que largo, antes de ir esa tarde a su casita y dormir aquella noche como un bendito ceporro, parió una fórmula matemática para que esta aberración fuera aplicable a los alumnos que se quisieran incorporar al sistema patrio.

Aun así esperamos que nuestra chica alcance el mínimo que piden en alguna de las Universidades Públicas de Madrid para cursar los estudios que ella quiere.

Ojalá esto lo leyera alguien con poder de decisión y con capacidad crítica suficiente como para darse cuenta de la tremenda injusticia que se repite año tras año con los españoles y extranjeros que vienen de sistemas educativos diferentes (y puede que mejores... igual es por eso) y revocase tan absurda norma.

Aunque también pudiera bastarme una explicación lógica, pero eso... eso será todavía más improbable.

La fórmula en cuestión:

(Cx-Cxm) · (CeM-Cem)
Ce= ----------------------------------- + Cem
CxM-Cxm

siendo:
  • Ce: calificación española
  • Cx: calificación extranjera
  • m: mínima
  • M: máxima
A lo mejor todo esto se arregla con "Bolonia". O no. Que sepamos, bajar la nota a los que vienen de fuera sólo se hace en España.

3 comentarios:

  1. Varias cosas:
    cosa 1: eso huele a medida de protección, el que lo inventó seguro que pensó, los de fuera que se jodan, si quieren venir a estudiar aquí que sufran.
    cosa 2: teniendo ese bagaje, lo tonto del asunto no es que aquí le hagan el truco y le bajen la nota, lo tonto es venirse a estudiar aquí, si sobrina si, que no paramos de decírtelo y tu como el que oye llover.
    cosa 3: si de aquí para allá no bajan nota, se les llenará aquello de gente no merecedora.
    cosa 4: mira hija, por que no haces aquí un par de cursos o tres y te vas de erasmus a Madrid luego, que te va a salir mejor todo?

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  2. Espero que a tu hija le salga todo bien y su esfuerzo de tantos años quede reconocido como merece, es difícil pero seguro que no imposible

    Muchas gracias por vuestras palabras de apoyo y cariño

    Este blog si que es COJONUDO ;)

    Un besazo y un cariño GRANDES

    lágrimas de mar

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  3. Que lo haga tu hija, que para eso se ha sacado el título ;)

    Dios que dificil lo hacen todo eh?

    Besicos

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