En su ya lejana juventud, los viejos del palco eran aficionados al modelismo (estático y militar para ser exactos). Una cosa lleva a la otra, y... +/- Leer más
el modelismo les llevó a la revista "Military Modelling". Un día, motivados por sus aficiones y alentados por una moderada consumición de cerveza, publicaron un anuncio en dicha revista pidiendo gorras militares de cualquier parte del mundo. Durante unos años cambiaron prendas de cabeza (así se les llama a lo fino) con gente del Reino Unido, Polonia, Nueva Zelanda, Australia y otros exóticos parajes. Si bien sus achaques no les permiten continuar con figuras y maquetas con el ritmo y dedicación que a ellos les gustaría, todavía, de vez en cuando, despliegan sus archiperres bajo la luz del flexo y se ejercitan en tan noble afición. Lo que sí que han conservado y mantendrán hasta el último de sus días es esa persistente manía de pedir a todo el que conocen (o no) que les traiga una gorra militar de su destino de vacaciones, trastero a vaciar o casa de sus abuelos a derribar. En este blog se recogerán pensamientos repentinos, ideas (las más de las veces descabelladas), vivencias publicables y se compartirán con la audiencia las adquisiciones gorrísticas (o de gorra) acumuladas a lo largo de tantos y tantos años. Y por qué no, alguna que otra figura recién pintadita, antes de que el polvo cubra sus detalles.

martes, septiembre 30, 2008

la ciudad sin párpados

La de verdad, no la de los poemas, hoy se ha despertado mojada otra vez, después de un par de semanas. La lluvia se rarifica, no así las obras. Cualquiera podría adivinar que el año que viene hay elecciones otra vez.

El caso es que levantan las desiguales aceras de adoquines y cambian escleróticas tuberías por otras nuevas de brillantes colores, por las que circularán bites, bits, baudios o vaya usted a saber qué. Luego, con minuciosidad digna de mejor causa, volverán a colocar los adoquines exactamente con las mismas irregularidades para que no olvides nunca que delante del portal número 37 se tropieza y del 51 se engancha el tacón de las chicas.

Pero lo que no arreglarán nunca es esa baldosa trampa, esa que, cuando llueve, se guarda el agua debajo y, al pisarla, la escupe poniéndote hecho un asco los bajos del pantalón.

Toda esta entrada no es más que una excusa para llevaros al poema enlazado arriba, "noción de patria..." No me gusta demasiado la poesía, pero cuando en un festival de teatro oí recitar éste, me dije que esta poesía sí. Luego supe que era de Benedetti.

2 comentarios:

  1. Me quedo con estos versos, porque también yo los comparto ahora :-)
    "... Pero ahora no me quedan más excusas
    Porque se vuelve aquí,
    Siempre se vuelve.
    La nostalgia se escurre de los libros,
    Se introduce debajo de la piel
    Y esta ciudad sin párpados,
    Este país que nunca sueña
    De pronto se convierte en el único sitio
    Donde el aire es mi aire,
    Y la culpa es mi culpa,
    Y en mi cama hay un pozo que es mi pozo,
    Y cuando extiendo el brazo estoy seguro
    De la pared que toco o del vacío, ..."

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  2. Señor viejo más viejo, estáis melancólico. Lo estáis (que yo sé que no lo sois) al estilo de Durero, como tiene que ser.
    ¿Duele alguna ausencia?
    un abrazo por si acaso de consuelo.

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