En su ya lejana juventud, los viejos del palco eran aficionados al modelismo (estático y militar para ser exactos). Una cosa lleva a la otra, y... +/- Leer más
el modelismo les llevó a la revista "Military Modelling". Un día, motivados por sus aficiones y alentados por una moderada consumición de cerveza, publicaron un anuncio en dicha revista pidiendo gorras militares de cualquier parte del mundo. Durante unos años cambiaron prendas de cabeza (así se les llama a lo fino) con gente del Reino Unido, Polonia, Nueva Zelanda, Australia y otros exóticos parajes. Si bien sus achaques no les permiten continuar con figuras y maquetas con el ritmo y dedicación que a ellos les gustaría, todavía, de vez en cuando, despliegan sus archiperres bajo la luz del flexo y se ejercitan en tan noble afición. Lo que sí que han conservado y mantendrán hasta el último de sus días es esa persistente manía de pedir a todo el que conocen (o no) que les traiga una gorra militar de su destino de vacaciones, trastero a vaciar o casa de sus abuelos a derribar. En este blog se recogerán pensamientos repentinos, ideas (las más de las veces descabelladas), vivencias publicables y se compartirán con la audiencia las adquisiciones gorrísticas (o de gorra) acumuladas a lo largo de tantos y tantos años. Y por qué no, alguna que otra figura recién pintadita, antes de que el polvo cubra sus detalles.

viernes, octubre 17, 2008

Campaña "La palabra del Señor, como Él la pronunció"






Gracias a micockringnomedejapensa r

4 comentarios:

  1. No, si al paso que van algunos... acabarán dando las clases éstas en austrohúngaro (que diría Berlanga).

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  2. Ah, queridos, es que si es en arameo yo me apunto.

    De todas formas hay por ahí cierta señorita que enseña el búlgaro...

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  3. Yo ya soy miembro. Te mandaré un invitación. Recuérdamelo.

    Saludetes desde un sábado cargado de partidos de balonmano.

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  4. Y a mí que me da que lo que decía no tenía nada que ver con Dios, sino más bien con cómo acabar con la tiranía del poder del momento...
    Como revoluconario creo en Jesús, pero como hijo de Dios... Mi mente simple de humana de a pie no alcanza a manejar semejantes magnitudes y, simplonamente, no me planteo ese dilema :-)

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