En su ya lejana juventud, los viejos del palco eran aficionados al modelismo (estático y militar para ser exactos). Una cosa lleva a la otra, y... +/- Leer más
el modelismo les llevó a la revista "Military Modelling". Un día, motivados por sus aficiones y alentados por una moderada consumición de cerveza, publicaron un anuncio en dicha revista pidiendo gorras militares de cualquier parte del mundo. Durante unos años cambiaron prendas de cabeza (así se les llama a lo fino) con gente del Reino Unido, Polonia, Nueva Zelanda, Australia y otros exóticos parajes. Si bien sus achaques no les permiten continuar con figuras y maquetas con el ritmo y dedicación que a ellos les gustaría, todavía, de vez en cuando, despliegan sus archiperres bajo la luz del flexo y se ejercitan en tan noble afición. Lo que sí que han conservado y mantendrán hasta el último de sus días es esa persistente manía de pedir a todo el que conocen (o no) que les traiga una gorra militar de su destino de vacaciones, trastero a vaciar o casa de sus abuelos a derribar. En este blog se recogerán pensamientos repentinos, ideas (las más de las veces descabelladas), vivencias publicables y se compartirán con la audiencia las adquisiciones gorrísticas (o de gorra) acumuladas a lo largo de tantos y tantos años. Y por qué no, alguna que otra figura recién pintadita, antes de que el polvo cubra sus detalles.

martes, diciembre 16, 2008

pilotos ibéricos

Estos señores encorbatados y con más galones en la manga de la chaqueta que el mismísimo Blas de Lezo se han encargado de estropear el viaje que mi madre y mi hermano hicieron para vernos este fin de semana pasado.

Tres horas y media de retraso el viaje de venida el sábado y más de cinco el de regreso el lunes. Nada de estadísticas raras: hechos.

Estos sinvergüenzas, liderados por "sindicalistas" de medio pelo niegan estar de huelga y ¡amenazan con denunciar a la empresa que les paga (muy bien, por cierto, y más en comparación con el resto de sus compañeros de firma o de oficio en otras compañías) por obligarles a vulnerar las leyes que rigen la aviación civil! Pero ¿se puede ser más gilipollas? (Sí, se puede, pero te ingresan).

Si es verdad que tu empresa te obliga a saltarte a la torera reglas tan importantes para la seguridad aérea y tú tragas es que una de tres: o te conviene, o eres un indigno irresponsable, o ambas a la vez. Si tu sindicato amenaza a la empresa con esos argumentos, bórrate ahora mismo y busca uno que te defienda, no que te putee, y que la denuncie en cuanto tenga conocimiento de unos hechos tan graves.

Si lo que queréis es vivir todavía mejor que los curas, pedid trabajo a Vatican Airlines.

Pero sobre todo, si estáis convencidos de que vuestras reivindicaciones son justas, haced como hacen los trabajadores de verdad, echadle lo que hay que echar, convocad una huelga legal, afrontad los descuentos (seguro que llegáis a fin de mes igual) y el resto de consecuencias que tiene esa herramienta seria, sagrada que es la huelga para cualquier trabajador (claro que lo vuestro seguramente será "vocación de servicio" y "espíritu de cuerpo").

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