Reflexión lingüística: los gabachos, para referirse a las entradas de un blog, a los posts, utilizan la palabra billet. En castellano también existe la palabra billete, que viene a ser, entre otras cosas, aquel papelito doblado en el que las damas de las novelas de mosqueteros recibían proposiciones de románticas citas y los caballeros desafíos de honor, precedidos de guantazo y confirmados luego por la visita de los padrinos que uno recuerda de haber leído en aquellas enormes novelas de su abuelo, de tapas rojas y duras (como él, como el abuelo).
El DRAE dice en su quinta definición de la palabra billete que es una carta breve, por lo común. Y yo encuentro que la traducción del gabacho billet por nuestro billete sería ideal para que post desapareciera de nuestros hábitos "bitacoriles". Ya, ya, si también tenemos entradas, como las del diccionario, pero también como las de la taquilla de los toros, no lo veo yo...
Estos francófonos asimilan muchos anglicismos, el siglo obliga, pero han sabido prescindir de otros con los que nosotros hemos tragado con mucho éxito, con neologismos lógicos y elegantes, como el courriel (modificando el courrier de toda la vida con esa "l" al final, sutil toque electrónico) para sustituir al e-mail y la télécopie para cepillarse al fax.
Tan a gusto, señora. Y cuando recuerde más, actualizo.
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