Caídas las estrellas portuguesa y brasileña del mandril, en lo que parece una maldición, ahora ha sido el turno de Higuaín. A Argentina, el favorito, el preferido histórico, le ha metido una somanta de goles un EQUIPO DE FÚTBOL, no un grupo de estrellas individualistas. Sólo lo siento por Messi.
El individuo del traje gris que se paseaba ante el banquillo argentino, y que dicen que es entrenador, se dedicó a calentar el partido siguiente, el que supuestamente les enfrentaría a España, en lugar de pensar cómo desactivar un conjunto que trenza jugadas con primor, una selección en la que brilla, encima, un jugador de origen turco: Alemania. Cómo han cambiado los tiempos. El hecho de que Ballack vea los partidos desde el palco, también ha ayudado a que Alemania juegue como juega.
En fin, que me voy por las ramas:
¿Alguien de nuestra selecta audiencia puede explicarnos cómo se dice en alemán "que la chupen"?
Y en el Paraguay-España, que gane el que más se lo merezca. Suerte.
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En lo tocante al chupado, ya suena bastante alemán por aquella costumbre tan española de fingir el idioma teutón acabando las palabras en "en".
ResponderEliminarEn cuanto al personaje, no se puede esperar otra cosa de semejante esperpento de persona,iglesia y endiosamiento incluido.
En lo tocante a la teoría de la maldición del mandril, de la que te hablé, solo decir que en Holanda juega uno del mandril, un tal Rafael van de no se que, y en la selección española, al menos un par de ellos o cuatro, segun les da la gana. Todo lo cual nos lleva a esa frase de Gary Linecker: "El fútbol es un juego de once contra once y gana Alemania" que no veo yo al uruguayo llevándose otra copa este año, aunque no me importaria nada, o no?