En su ya lejana juventud, los viejos del palco eran aficionados al modelismo (estático y militar para ser exactos). Una cosa lleva a la otra, y... +/- Leer más
el modelismo les llevó a la revista "Military Modelling". Un día, motivados por sus aficiones y alentados por una moderada consumición de cerveza, publicaron un anuncio en dicha revista pidiendo gorras militares de cualquier parte del mundo. Durante unos años cambiaron prendas de cabeza (así se les llama a lo fino) con gente del Reino Unido, Polonia, Nueva Zelanda, Australia y otros exóticos parajes. Si bien sus achaques no les permiten continuar con figuras y maquetas con el ritmo y dedicación que a ellos les gustaría, todavía, de vez en cuando, despliegan sus archiperres bajo la luz del flexo y se ejercitan en tan noble afición. Lo que sí que han conservado y mantendrán hasta el último de sus días es esa persistente manía de pedir a todo el que conocen (o no) que les traiga una gorra militar de su destino de vacaciones, trastero a vaciar o casa de sus abuelos a derribar. En este blog se recogerán pensamientos repentinos, ideas (las más de las veces descabelladas), vivencias publicables y se compartirán con la audiencia las adquisiciones gorrísticas (o de gorra) acumuladas a lo largo de tantos y tantos años. Y por qué no, alguna que otra figura recién pintadita, antes de que el polvo cubra sus detalles.

miércoles, diciembre 19, 2007

conciertos navideños escolares

Es que ya llevo tres y tenía que contarlo. El primero fue ya hace dos semanas. El gran concierto de la escuela: un coro de preescolar, otro de primaria y otro de secundaria, una big band junior y una big band, un ensemble de percusión y otro de guitarras, una orquesta de cámara y otra sinfónica. Todo esto en una escuela normal, no una de música, pero con afición. Y todo esto alquilando el teatro del Conservatorio de la ciudad. Magnífico.

El siguiente concierto fue ayer, una audición típica de fin de trimestre, de piano, que debería haber estado reservada a los alumnos. Los profesores suponen que los padres somos de baba fácil y... tienen razón. Estupendo.

Pero el de hoy, el concierto de navidad de los alumnos de solfeo de la escuela comunal ha sido lamentable. De momento, los alumnos cantaron con la música en playback y como nadie sabía cómo eliminar las voces de la grabación, pues también con coro de niños enlatado. Eso sí, disimulado al máximo. Los de declamación hicieron lo que pudieron. Reconocedme que declamar en francés no es lo mismo que recitar en buen cristiano carabanchelino. Triste, pero, afortunadamente, breve.

1 comentario:

  1. Pero, ¡Oh sabio entre los sabios!
    Como bien sabes, por lo que conoces y por lo que conté del bendito recién inaugurado centro cultural de mi barrio, en el carabanchel cristiano en el que nuestras mercedes habitamos, los conciertos y los recitales (si los hubiese) son para todos menos para los cristianos carabanchelinos.
    Incluso vienen cristianos adinerados del otro lado del Río.

    En el próximo al que vayas acuérdate de nos y ora.

    Como siempre Salu2

    ResponderEliminar