Cuando parecía que tragaba con "el cejas", el gran timonel, con un virtuoso golpe de timón cambió de derrota y puso proa a los procelosos mares de la derrota itself. Aconsejado por los negros cuervos, con y sin alzacuellos, los neocon repeinados y los radiopredicadores, el líder pusilánime nombrado digitalmente ha decidido: sheñoresh abandonamosh el centro. (Yo sólo espero que ese abandono del centro político se extienda al centro geográfico.)
Y para demostrar al mundo que la cosa va en serio, se trajeron al fichaje. Venía de otro mundo, si es que verdaderamente son diferentes, si es que hay una línea divisoria clara entre los empresarios y los privatizadores. Y aquél fichaje, el de Endesa, el de Telefónica, el de la Bolsa de Madrid fue recibido por el consejo director con una ola que ni las del Manzanares (estadio, queridos, estadio, el otro no...).
Y la pizpireta, la de la Puerta del Sol, la del AVE de Guadalajara, la que hace hospitales privados con dinero público y piensa privatizar los ambulatorios, quiso hacernos creer que el fichaje era bueno para los trabajadores, y que legislaría en su favor.
Pero los trabajadores se limitaron a descojonarse un poquito, muy poquito, y siguieron viendo la televisión. Ya nadie cree nada.
Pero recordad. Sólo la izquierda os podrá defraudar, porque de los demás no debeis esperar nada.
viernes, enero 18, 2008
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Menos mal que yo no digo nada, que el dia que me suelte...
ResponderEliminarJoven, suéltese usted, hombre. Suéltese.
ResponderEliminarJaajajajaaajjjaaajajajja que me troncho.
Muy bueno, viejo, muy bueno. Sobre todo la imitación del Gurú.