En su ya lejana juventud, los viejos del palco eran aficionados al modelismo (estático y militar para ser exactos). Una cosa lleva a la otra, y... +/- Leer más
el modelismo les llevó a la revista "Military Modelling". Un día, motivados por sus aficiones y alentados por una moderada consumición de cerveza, publicaron un anuncio en dicha revista pidiendo gorras militares de cualquier parte del mundo. Durante unos años cambiaron prendas de cabeza (así se les llama a lo fino) con gente del Reino Unido, Polonia, Nueva Zelanda, Australia y otros exóticos parajes. Si bien sus achaques no les permiten continuar con figuras y maquetas con el ritmo y dedicación que a ellos les gustaría, todavía, de vez en cuando, despliegan sus archiperres bajo la luz del flexo y se ejercitan en tan noble afición. Lo que sí que han conservado y mantendrán hasta el último de sus días es esa persistente manía de pedir a todo el que conocen (o no) que les traiga una gorra militar de su destino de vacaciones, trastero a vaciar o casa de sus abuelos a derribar. En este blog se recogerán pensamientos repentinos, ideas (las más de las veces descabelladas), vivencias publicables y se compartirán con la audiencia las adquisiciones gorrísticas (o de gorra) acumuladas a lo largo de tantos y tantos años. Y por qué no, alguna que otra figura recién pintadita, antes de que el polvo cubra sus detalles.

viernes, enero 18, 2008

el fichaje

Cuando parecía que tragaba con "el cejas", el gran timonel, con un virtuoso golpe de timón cambió de derrota y puso proa a los procelosos mares de la derrota itself. Aconsejado por los negros cuervos, con y sin alzacuellos, los neocon repeinados y los radiopredicadores, el líder pusilánime nombrado digitalmente ha decidido: sheñoresh abandonamosh el centro. (Yo sólo espero que ese abandono del centro político se extienda al centro geográfico.)

Y para demostrar al mundo que la cosa va en serio, se trajeron al fichaje. Venía de otro mundo, si es que verdaderamente son diferentes, si es que hay una línea divisoria clara entre los empresarios y los privatizadores. Y aquél fichaje, el de Endesa, el de Telefónica, el de la Bolsa de Madrid fue recibido por el consejo director con una ola que ni las del Manzanares (estadio, queridos, estadio, el otro no...).

Y la pizpireta, la de la Puerta del Sol, la del AVE de Guadalajara, la que hace hospitales privados con dinero público y piensa privatizar los ambulatorios, quiso hacernos creer que el fichaje era bueno para los trabajadores, y que legislaría en su favor.

Pero los trabajadores se limitaron a descojonarse un poquito, muy poquito, y siguieron viendo la televisión. Ya nadie cree nada.

Pero recordad. Sólo la izquierda os podrá defraudar, porque de los demás no debeis esperar nada.

2 comentarios:

  1. Menos mal que yo no digo nada, que el dia que me suelte...

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  2. Joven, suéltese usted, hombre. Suéltese.
    Jaajajajaaajjjaaajajajja que me troncho.
    Muy bueno, viejo, muy bueno. Sobre todo la imitación del Gurú.

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