En su ya lejana juventud, los viejos del palco eran aficionados al modelismo (estático y militar para ser exactos). Una cosa lleva a la otra, y... +/- Leer más
el modelismo les llevó a la revista "Military Modelling". Un día, motivados por sus aficiones y alentados por una moderada consumición de cerveza, publicaron un anuncio en dicha revista pidiendo gorras militares de cualquier parte del mundo. Durante unos años cambiaron prendas de cabeza (así se les llama a lo fino) con gente del Reino Unido, Polonia, Nueva Zelanda, Australia y otros exóticos parajes. Si bien sus achaques no les permiten continuar con figuras y maquetas con el ritmo y dedicación que a ellos les gustaría, todavía, de vez en cuando, despliegan sus archiperres bajo la luz del flexo y se ejercitan en tan noble afición. Lo que sí que han conservado y mantendrán hasta el último de sus días es esa persistente manía de pedir a todo el que conocen (o no) que les traiga una gorra militar de su destino de vacaciones, trastero a vaciar o casa de sus abuelos a derribar. En este blog se recogerán pensamientos repentinos, ideas (las más de las veces descabelladas), vivencias publicables y se compartirán con la audiencia las adquisiciones gorrísticas (o de gorra) acumuladas a lo largo de tantos y tantos años. Y por qué no, alguna que otra figura recién pintadita, antes de que el polvo cubra sus detalles.

martes, agosto 12, 2008

Esos cuadernos... 'ande andaran?'

Aquí el otro viejo y el que suscribe, el día que se juntaron los echaron de clase juntos, para seguir juntos juntando cosas, hacer mas juntas que nada y ajuntar a mas gente. Me parece que divago un pelín. A lo que iba, que a partir del dicho día una de las aficiones era rellenar los cuadernos académicos de nuestros estudios de dibujillos, caricaturas, esquemas (nada que ver con los temas académicos, por supuesto) y otras lindezas hasta decir basta.
Hoy he encontrado, salvando las distancias artísticas, cosas parecidas de un tipo que me recuerdan aquellos tiempos.

El link no lo pongo que es ruso y me lio.


1 comentario:

  1. Cuántas horas de clase... cuántos kilómetros de tinta... cuánto derroche de arte... Y ahora mirad a estos viejos, recogiendo los garabatos de los demás de internet sin atreverse a publicar los suyos propios.

    (Memorable aquel profesor de geología explicando aquello del momento angular, en plan bailarina de ballet, en el borde mismo de la tarima, con sus 120 kilos y su barba.)

    ResponderEliminar