Cuentan que el sabio Hakim Alí Mounia Amán, al servicio del Imperio, fue de visita a la tribu que acampaba en la llanura de Kirchberg. Allí explicó que para el buen gobierno del Imperio era necesario cambiar las leyes fundamentales. Lamentó mucho que los nativos de Hibernia hubieran rechazado la nueva ley y trato de justificar la situación explicando que el pueblo no está preparado para decidir sobre determinadas cuestiones, y que es mejor dejar esas decisiones en manos de profesionales.
Pero nosotros, el pueblo, nos preguntamos cómo es posible que seamos suficientemente inteligentes para elegir buenos gobernantes y legisladores, y no para dilucidar cuales son las buenas leyes. Y llegamos a la conclusión de que no podemos confiar demasiado en esas cabezas (y la de Alí Mounia es grande y resplandeciente) pensantes.
Y mientras tanto el consejo de sabios, paralizado, se anquilosa definitivamente, aunque dice que trata de encontrar soluciones a la crisis política, eclipsada ahora por otra mayor, económica, de la que habrá que hablar también en este foro (o forillo).
Al mismo tiempo, en el otro Imperio, el de allende la mar océana, un nuevo príncipe ha sido elegido y será proclamado Gran Emperador Enorme en enero. Sólo la extrema corrección política, rayana en lo absurdo, impedirá a los cronistas decir que la elección la ganó un "mirlo blanco". Pero aquí no tenemos ni esos prejuicios ni esas desmesuradas y borreguiles audiencias. Aquí somos cuatro y prudentes.
P.S.: no os preocupéis por la bomba de la cabecera, son cosas de Waldorf. Si llega a estallar, que lo dudo, veremos que no era letal, sino de confeti.
martes, noviembre 11, 2008
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Tenemos lo que tenemos gracias a ese voto cuatrienal con el que algunos dudan de votar entre lo malo y lo peor.
ResponderEliminarEn cuanto a la bomba de la cabecera, no me preocupa. Creo que os compré un casco no hace mucho en vuestro estupendo bazar. Aún así, espero no tener que ponerlo a prueba. Tal vez, si falla, ya nunca pueda reclamar.
Cuando en el cole empezaron a hablarnos de políticas (movimientos, corrientes, filosofías, ideologías...) varias, yo siemre "replicaba" algo parecido a esta frase del texto: "Pero nosotros, el pueblo, nos preguntamos cómo es posible que seamos suficientemente inteligentes para elegir buenos gobernantes y legisladores, y no para dilucidar cuales son las buenas leyes". Todos, profesores, familiares y amigos, me llamaban anarquista... ???!!!
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