- que sí, que muy bonito,
- que sí, que es una de las ciudades más visitadas de Europa,
- que no, que en España no debe haber una crisis tan gorda cuando el setenta por ciento de las conversaciones que oíamos por la parte turística de la cuidad eran en castellano (y alguna en catalán),
- que cada esquina merece una foto, o dos,
- que los checos caminan más despacio que españoles y belgas,
- que tienen una extraña forma de hacer las camas (no he podido averiguar en este viaje cómo las deshacen),
- que donde esté cualquier cerveza belga que se quite la Pilsner esa, aunque a treinta coronas (poco más de un euro) el medio litro, se hace un esfuerzo,
- que las escaleras mecánicas del metro se mueven a velocidades de vértigo,
- que el metro también, y que los niños pagan medio billete, justo justo lo mismo que una maleta,
- que las fotos de la multitud aclamando a Obama con banderitas checas y estadounidenses en los periódicos locales me dieron un poco de grima,
- y que una checa sin minifalda è comme un giardino senza fiori (quicir, la población femenina con minifalda en Praga es desproporcionada en comparación con la madrileña o la bruselense),
Para análisis más en profundidad, vayan ustedes mismos o pregunten a los reincidentes.
Y como la cabra siempre tira al monte, aquí van dos fotos de regalo:
Más fotos aquí.
Sana envidia de vuestro viaje. Curiosos estos checos y preciosas las fotografías.
ResponderEliminarSaludos.