Ese aparatito que llevamos casi todos en el bolsillo y que los francófonos, una vez más, bautizaron mucho más sensatamente que los castellanoparlantes, que nos limitamos a copiar el palabro anglosajón. Le llamaron clef USB, llave USB, muy gráfico, muy lógico.
Algunos de nosotros también lo utilizamos para, desde cualquier ordenador ajeno, hacer funcionar determinadas aplicaciones ya personalizadas a nuestro gusto. Yo por ejemplo un navegador firefox, además de un gimp, un inkscape, un scribus, un chrome incognito y alguna otra inconfesable aquí.
Pues esa herramienta a veces queda olvidada en el bolsillo del pantalón en el momento de ir al cesto de la ropa sucia. Y de ahí pasa a la lavadora, y se moja con agua y jabón, y da vueltas y vueltas, y se centrifuga (y esa vez no fue a la secadora porque hacía sol)...
Sabed, queridos, que os escribo a través de ese pendrive, ahora limpio y reluciente, que ha sobrevivido a la lavadora y que yo diría que desde entonces hasta funciona mejor.
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Tienes una lavadora academica de la lengua? Limpia Fija y Da Esplendor?
ResponderEliminarPues de ésas hacen falta en muchas oficinas, por si con los teclados también funcionan... ;-)
ResponderEliminarle habrás quitado hasta los virus, no?
ResponderEliminarjajajajajaj
Besicos
Como una patena ha quedao.
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