En su ya lejana juventud, los viejos del palco eran aficionados al modelismo (estático y militar para ser exactos). Una cosa lleva a la otra, y... +/- Leer más
el modelismo les llevó a la revista "Military Modelling". Un día, motivados por sus aficiones y alentados por una moderada consumición de cerveza, publicaron un anuncio en dicha revista pidiendo gorras militares de cualquier parte del mundo. Durante unos años cambiaron prendas de cabeza (así se les llama a lo fino) con gente del Reino Unido, Polonia, Nueva Zelanda, Australia y otros exóticos parajes. Si bien sus achaques no les permiten continuar con figuras y maquetas con el ritmo y dedicación que a ellos les gustaría, todavía, de vez en cuando, despliegan sus archiperres bajo la luz del flexo y se ejercitan en tan noble afición. Lo que sí que han conservado y mantendrán hasta el último de sus días es esa persistente manía de pedir a todo el que conocen (o no) que les traiga una gorra militar de su destino de vacaciones, trastero a vaciar o casa de sus abuelos a derribar. En este blog se recogerán pensamientos repentinos, ideas (las más de las veces descabelladas), vivencias publicables y se compartirán con la audiencia las adquisiciones gorrísticas (o de gorra) acumuladas a lo largo de tantos y tantos años. Y por qué no, alguna que otra figura recién pintadita, antes de que el polvo cubra sus detalles.

miércoles, julio 22, 2009

pendrive

Ese aparatito que llevamos casi todos en el bolsillo y que los francófonos, una vez más, bautizaron mucho más sensatamente que los castellanoparlantes, que nos limitamos a copiar el palabro anglosajón. Le llamaron clef USB, llave USB, muy gráfico, muy lógico.

Algunos de nosotros también lo utilizamos para, desde cualquier ordenador ajeno, hacer funcionar determinadas aplicaciones ya personalizadas a nuestro gusto. Yo por ejemplo un navegador firefox, además de un gimp, un inkscape, un scribus, un chrome incognito y alguna otra inconfesable aquí.

Pues esa herramienta a veces queda olvidada en el bolsillo del pantalón en el momento de ir al cesto de la ropa sucia. Y de ahí pasa a la lavadora, y se moja con agua y jabón, y da vueltas y vueltas, y se centrifuga (y esa vez no fue a la secadora porque hacía sol)...

Sabed, queridos, que os escribo a través de ese pendrive, ahora limpio y reluciente, que ha sobrevivido a la lavadora y que yo diría que desde entonces hasta funciona mejor.

4 comentarios:

  1. Tienes una lavadora academica de la lengua? Limpia Fija y Da Esplendor?

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  2. Pues de ésas hacen falta en muchas oficinas, por si con los teclados también funcionan... ;-)

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  3. le habrás quitado hasta los virus, no?

    jajajajajaj

    Besicos

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