Algo tiene que estar pasando allá arriba, donde bailan los astros, para que se de tal conjunción de hechos: las dos principales sectas, cuyas perniciosas doctrinas asolan el país, el real mandril y los católicos, se rebotan, se revuelven, no aceptan que su tiempo ha pasado y que han perdido el sitio de privilegio que le robaron a la historia. Al mismo tiempo, los líderes conservadores del eje franco-alemán exigen más tijeretazos. Y ZP, el líder que vendió (o cedió gratis, seguro que no ha sacado nada a cambio el atontolinao) sus principios a la banca, ahora regala las telarañas que le quedan en el fondo de sus armarios a los buitres del capital y de la iglesia.
No sé qué es más grave, si ver como el espejo en el que se miran los chicos que disfrutan con el fútbol es una superficie deformada y arañada por los envites de una cornamenta portuguesa, o constatar cómo el estado aconfesional claudica ante el líder de una agrupación de fanáticos que viene a hacer propaganda antilaica con los dineros públicos y utiliza a la policía para proteger a los que fueron a Sol a provocar, o comprobar que, a pesar de tener las barbas en remojo desde hace tiempo, estos últimos recortes que saldrán de un parlamento de paniaguados (pero sacrificados, que tendrán que interrumpir sus vacaciones) serán dolorosos y se llevarán la piel de muchos por delante, y es lo último que les queda.
Malos tiempos corren para la Europa de la gente.
jueves, agosto 18, 2011
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¡¡ Bravo!!!! Plas, plas, plas....
ResponderEliminar:* :*
Debería publicarlo tb. en el fb. Está muy muy bien. Besitos.