En su ya lejana juventud, los viejos del palco eran aficionados al modelismo (estático y militar para ser exactos). Una cosa lleva a la otra, y... +/- Leer más
el modelismo les llevó a la revista "Military Modelling". Un día, motivados por sus aficiones y alentados por una moderada consumición de cerveza, publicaron un anuncio en dicha revista pidiendo gorras militares de cualquier parte del mundo. Durante unos años cambiaron prendas de cabeza (así se les llama a lo fino) con gente del Reino Unido, Polonia, Nueva Zelanda, Australia y otros exóticos parajes. Si bien sus achaques no les permiten continuar con figuras y maquetas con el ritmo y dedicación que a ellos les gustaría, todavía, de vez en cuando, despliegan sus archiperres bajo la luz del flexo y se ejercitan en tan noble afición. Lo que sí que han conservado y mantendrán hasta el último de sus días es esa persistente manía de pedir a todo el que conocen (o no) que les traiga una gorra militar de su destino de vacaciones, trastero a vaciar o casa de sus abuelos a derribar. En este blog se recogerán pensamientos repentinos, ideas (las más de las veces descabelladas), vivencias publicables y se compartirán con la audiencia las adquisiciones gorrísticas (o de gorra) acumuladas a lo largo de tantos y tantos años. Y por qué no, alguna que otra figura recién pintadita, antes de que el polvo cubra sus detalles.

jueves, agosto 18, 2011

malos tiempos

Algo tiene que estar pasando allá arriba, donde bailan los astros, para que se de tal conjunción de hechos: las dos principales sectas, cuyas perniciosas doctrinas asolan el país, el real mandril y los católicos, se rebotan, se revuelven, no aceptan que su tiempo ha pasado y que han perdido el sitio de privilegio que le robaron a la historia. Al mismo tiempo, los líderes conservadores del eje franco-alemán exigen más tijeretazos. Y ZP, el líder que vendió (o cedió gratis, seguro que no ha sacado nada a cambio el atontolinao) sus principios a la banca, ahora regala las telarañas que le quedan en el fondo de sus armarios a los buitres del capital y de la iglesia.

No sé qué es más grave, si ver como el espejo en el que se miran los chicos que disfrutan con el fútbol es una superficie deformada y arañada por los envites de una cornamenta portuguesa, o constatar cómo el estado aconfesional claudica ante el líder de una agrupación de fanáticos que viene a hacer propaganda antilaica con los dineros públicos y utiliza a la policía para proteger a los que fueron a Sol a provocar, o comprobar que, a pesar de tener las barbas en remojo desde hace tiempo, estos últimos recortes que saldrán de un parlamento de paniaguados (pero sacrificados, que tendrán que interrumpir sus vacaciones) serán dolorosos y se llevarán la piel de muchos por delante, y es lo último que les queda.

Malos tiempos corren para la Europa de la gente.

1 comentario:

  1. ¡¡ Bravo!!!! Plas, plas, plas....

    :* :*

    Debería publicarlo tb. en el fb. Está muy muy bien. Besitos.

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