Pues eso, que ¿y si...?
Me lo estoy pensando. Tendré que hablarlo con el otro vejestorio.
Sí, porque da una penita ver este palco, antaño tan frecuentado, en este estado de abandono, que dan ganas de abrirlo de par en par, sacudirle bien el polvo (con perdón), su poquito de ambientador de esos de cine de barrio, cosillas sueltas.
No os prometo nada.
lunes, abril 24, 2017
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario