La profusión de banderas belgas que adornaban los balcones de Bruselas desde hace tiempo, reclamando a la clase política un acuerdo para formar un gobierno SEIS MESES DESPUÉS de las elecciones ha ido poco a poco siendo sustituida por un verdadero catálogo de pantone.
Y es que aquí los europeos de fútbol se viven de otra manera. Suecos, alemanes, hasta algún que otro francés, pero sobre todo griegos y portugueses cuelgan sus banderas en las ventanas como muestra de apoyo a su selección, que ya me diréis vosotros cómo leches lo van a notar los jugadores.
El caso es que banderas españolas hasta ahora se van viendo muy poquitas. Ya conocéis los complejos de muchos paisanos a la hora de hacer ondear la bandera, y no vamos a discutir sobre los orígenes bien conocidos del problema. Aun así, alguna que otra, tímidamente, va asomando. Hoy jugamos contra Grecia pero la prueba de fuego será el domingo contra los de siempre, contra el ave fénix del fútbol, contra la potra hecha equipo, contra Italia. Y claro, ¿cómo no recordar aquella jugada entre Tassoti y Luis Enrique? Por otra parte, ¿a quién se le ocurre jugar de blanco?
Esperemos que esta vez sea distinto. Yo, de momento, esta tarde, también colgaré mi bandera. Y el domingo, chicos, hacedlo por nosotros, sobre todo por aquellos como yo ¡que tienen a italianos como vecinos de despacho! ¡Ganad de una p... vez a Italia en partido oficial!
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qué bonito el fútbol!
ResponderEliminaraunando pueblos en perfecta armonía!
hermanando gentes!
Partamos de algo cierto.
ResponderEliminarA mi no me gusta el fútbol.
Una vez aclarado esto, el post anterior ya aclaraba bastante lo que opino de las exaltaciones patrias para la cuestión futbolera, me reafirmo, jamás colgaré una bandera en mi balcón ni en ninguna otra parte para celebrar ningún evento futbolero ni para animar a nadie. Es más, mi mente esta ya muy tranquila pensando que los mierdodeportistas que nos representan van a acabar pronto de hacer el capullo en la tierras tirolesas, ya que los italianos nos darán con el forro de los calzoncillos en los morros (as usual) y se volverán cada uno a su negocio, que al final ser futbolista es solo un negocio, por eso no cuentan con mi apoyo. Cuando yo he representado a mi país por las tierras europeas en alguna ocasión, nadie me ha subvencionado de esa manera ni me han ofrecido primas por ganar ningún premio, que los gané.
Ah, sí, el almirante aquel de río (que decía el gran Beneito -d.e.p.-)...
ResponderEliminarY otro en Cuneo, botellita de vino incluida y otro en Folkestone, y otro en Segovia...
ResponderEliminarYo también relincho con el fútbol. Y no veas cuando oigo perlas metáforicas acerca del "esférico"...
ResponderEliminarbanderas?
juas
vale Antonio?
hoyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy
ResponderEliminaresssssssssssssssssssss
viernessssssssssssssss
venga, no os hagáis los remolones.
Banderita tú eres gualda... Ays... ¿Qué fue de mi prima? ;-)
ResponderEliminarEn Egipto, tan pronto como tomamos posesión del piso, colgué un banderín del Centenario del Dépor en la puerta del jardín. Todos trataban a mi faraón con admiración y respeto, porque pensaban que era entrenador de algún equipo extranjero. Luego supieron que era un "simple ingeniero en una empresa europea" y dejaron de rendirle pleitesía... Es que el fútbol pone en evidencia los raseros... juasjuasjuas
4-2, con o sin penalties, sigue siendo 4-2... OÉEEEEEEEEEEE!!!!
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